REVISTA REPUBLICANA: Usted fue gobernador de Mendoza, provincia que junto con Santa Fe son las únicas dos provincias del país que no permiten reelección. Teniendo en cuenta este antecedente que mejor representa la tradición institucional de Mendoza, ¿qué piensa del gobierno nacional y su forma de gobernar casi exclusivamente por decreto? ¿Cómo se le pone un límite a esto?
ALFREDO CORNEJO: La imposibilidad de la reelección es uno de los valores institucionales más importantes de Mendoza, permite la alternancia que una democracia madura necesita. En cuanto al nivel nacional, que solo permite una reelección, siempre hay que prestarle atención, porque muchas veces la alternancia de candidatos de un mismo partido no necesariamente se convierte en alternancia de modelo. Respecto a la gestión actual, puede entenderse que al inicio de la pandemia del Covid -19 fuera necesario utilizar un instrumento como el Decreto de Necesidad y Urgencia. Ahora bien, el uso de esa herramienta en exceso conlleva un autoritarismo encubierto, porque deja de lado a uno de los pilares de la democracia, como es el Congreso de la Nación. De ninguna manera vamos a permitir que el Poder Ejecutivo pase por encima del Congreso. El límite, de ser necesario, lo pondremos los partidos de la oposición. Este gobierno tiene la suerte de tener una buena oposición, que no pone palos en la rueda ni es una máquina de impedir.
RP: El “Mendoexit” que usted puso en agenda representó, más allá de la polémica, la punta de un reclamo válido: la relación entre las provincias opositoras y el gobierno nacional tiene que cambiar. ¿Por qué eligió patear el avispero con esa declaración? ¿Sigue pensando lo mismo?
AC: Hay un federalismo de extorsión que ha vuelto al poder. En los cuatro años anteriores hubo un reparto equitativo, pero hoy hay una discriminación flagrante: Tucumán recibe 6.000 millones de pesos, Santa Cruz 3.000 y Mendoza 1.900. La explicación que dieron es que nosotros tenemos pocos casos de Covid-19, pero eso no es así, porque Tucumán tiene menos muertos por coronavirus y le dieron más. Castigan a las buenas administraciones y premian a las malas. Si a eso se le agrega la traba concreta que pusieron a Portezuelo, que genera energía y es el pago de una deuda que otras provincias ya cobraron y Mendoza no, ya es suficiente para que reclamemos lo que es nuestro. Este es el contexto en el que hice la declaración en una radio mendocina, en un contexto donde hablábamos de las trabas para la realización de la obra Portezuelo del Viento y de la discriminación en el reparto de los recursos. La Argentina es una federación, no una confederación.
RR: Su gestión como gobernador de la provincia fue muy valorada por los mendocinos. ¿Cuáles cree que fueron las claves de su gestión y qué podría implementarse de la experiencia mendocina a nivel nacional?
AC: En nuestra gestión “la clave”, si es que se la puede llamar de ese modo, fue hacer las cosas, ni más ni menos. A veces parece demasiado complicado hacer lo que debería sencillo. Esto no quiere decir que no haya dificultades ni problemas, que de hecho al asumir los hubo, y mucho, vinculados a la pésima situación en la que encontramos la provincia, pero tomamos el toro por las astas y decidimos avanzar: sinceramos y acomodamos las cuentas, reducimos la cantidad de empleados públicos sin por eso generar un estado que dé menos respuesta, sino todo lo contrario, modificamos los mecanismos de la justicia penal y las condiciones de las cárceles con lo que logramos no solo una reducción del delito violento, sino también un mayor número de resocialización de las personas privadas de la libertad, implementamos los juicios por jurados, involucrando a la sociedad, hicimos muchas cosas, pero la clave fue siempre el acompañamiento de los mendocinos que defendieron ese proceso de transformación de la Provincia. En cuanto a la segunda parte de la pregunta, creo que todo esto que he mencionado podría ser aplicado a nivel nacional. De hecho muchas cuestiones que hoy se hablan a nivel nacional como objetivos a futuro, son algunas de las que nosotros hicimos hace tiempo en Mendoza y que mencionaba recién. Sin lugar a dudas es necesario tomar medidas urgentes a nivel nacional para solucionar la inseguridad, que es claramente un flagelo cada vez más grande para la libertad de las personas que están encerradas en su casa por la cuarentena mientras ven a los delincuentes libres y que entran y salen de la cárcel. Entiendo que la aplicación de algunas de las herramientas que utilizamos en Mendoza pueden ser útiles, aunque no suficientes; la realidad nacional en materia de seguridad requiere no solo de una multiplicidad de medidas, sino también de acuerdos claros entre las fuerzas políticas. Por otra parte, otro tema que es necesario implementar a nivel nacional es la gestión del estado de un modo más inteligente, dejar de lado el estado “bobo” que gasta mucho y mal y pasar a un estado que sabe lo que gasta, en qué lo gasta y lo decide de modo estratégico, un comienzo o uno de los puntos a revisar en este sentido es la cantidad de empleados públicos, no digo que haya que echar a nadie, pero sí, cuando se produce una vacante, hay que analizar la necesidad concreta de cubrirla. Necesitamos un estado que les sirva a los ciudadanos.
RR: Faltan tres meses para que se cumpla un año de la elección presidencial que perdió Juntos por el Cambio. Con todo ese tiempo transcurrido, ¿qué errores electorales considera que cometió Juntos por el Cambio en aquella elección? ¿Cómo imagina que se dirimirán los liderazgos para la próxima elección en esa fuerza política?
AC: Sostengo lo mismo que sostuvimos desde el radicalismo y lo que sostuve personalmente durante ese proceso: había que preocuparse más por la política que por las encuestas y por la imagen, había que salir a la calle, escuchar y tomar medidas con la cabeza y la razón, pero también con el termómetro de lo que demandaba la sociedad. También decíamos que era necesario ampliar más el frente Cambiemos, de hecho en Mendoza el frente que encabeza el radicalismo (Frente Cambia Mendoza) reúne la mayoría de los partidos que están en Juntos por el Cambio, pero también tiene otras expresiones como el Socialismo y Libres del Sur. Se debió y se debe construir una coalición política más grande que tenga como norte la construcción de un país con producción, trabajo y educación, y esa tarea creo que debe encabezarla el Radicalismo, como ha sucedido en nuestra provincia. Los liderazgos de la próxima elección deben dirimirse de cara a la sociedad, pero más que elegir quien será el o quienes serán los líderes debemos definir una propuesta política clara de hacia dónde queremos que vaya la Argentina y cuáles son las herramientas necesarias para eso e invitar a la sociedad a que nos acompañe. En lo electoral, creo que la herramienta de las PASO puede ser de utilidad, siempre que se la use efectivamente como un modo de elegir a los candidatos de cada partido o frente, y no como una suerte de encuesta “oficial” que le sale carísima a la sociedad y que condiciona el voto en la elección general.
Alfredo Cornejo es diputado nacional y presidente de la Unión Cívica Radical. Fue gobernador de la provincia de Mendoza (2015-2019).