REVISTA REPUBLICANA: ¿Cómo está hoy la situación de la toma de tierras por grupos mapuches en Río Negro?
JUAN MARTÍN: No es correcto hablar de “grupos mapuches”, porque en realidad se trata de delincuentes comunes que no tienen nada que ver con el pueblo mapuche. Son un grupo que no tiene reconocimiento de parte de la propia comunidad ni del Estado, que se arroga una pertenencia que no puede demostrar. El caso emblemático es el de Villa Mascardi, donde desde hace tres años un grupo llamado Lafken Winkul Mapu ocupa tierras de un Parque Nacional. Este año hubo un recrudecimiento de la violencia en torno a esa ocupación, con quema de cabañas, ataques a turistas y pobladores y algunas proclamas muy duras de los usurpadores. Luego tuvimos otros casos de ocupación territorial en los últimos meses, como los de El Bolsón o la zona de chacras del Alto Valle. Pero en estos casos los ocupantes no fingen ser mapuches, sino que usurpan bajo el paraguas de los movimientos sociales.
RR: La posición del gobierno nacional respecto a este tema ya la conocemos, ¿pero cuál es la posición del gobierno provincial respecto a las usurpaciones?
JM: A mi entender, el gobierno provincial tardó en reaccionar frente a este problema: lo dejó venir y tomó posición una vez que el tema se instaló en la agenda de los medios nacionales y se organizó una marcha muy grande de vecinos. La gobernadora se pronunció en una posición similar a la que planteamos desde un principio, diciendo que los ocupantes son delincuentes con los que no hay que negociar y reclamándole una respuesta al Gobierno Nacional. Su postura pública fue muy clara en este sentido, lo que no sé es con qué fuerza puede sostenerla ante los funcionarios nacionales y qué grado de respuesta están dispuestos a darle. Hay que comprender que por diversas situaciones el Gobierno Provincial tiene que hacer equilibrio con Nación, no posee mucho margen para la confrontación o no desea confrontar.
RR: ¿Cómo reaccionó la gente tras la denuncia del Ministerio de Seguridad de la Nación contra los rionegrinos que se manifestaron contra las usurpaciones?
JM: Lejos de pacificar, esto contribuyó a caldear los ánimos. Ver que el Gobierno no sólo defiende a los delincuentes sino que también persigue a los honestos es algo que indigna y que produce mucho desamparo en los vecinos.
RR: Pasan los años y cada tanto vuelve a aparecer este problema. ¿Tiene solución este conflicto? ¿Cuál es?
JM: La solución es que se cumpla una ley que data de 2006, que dispone la realización de un relevamiento para reconocer los derechos de los pueblos que históricamente ocupaban tierras. Esa ley lleva 14 años sin cumplirse, con una emergencia territorial que se prorrogó tres veces, y de la mano de esa pasividad aparecieron las avivadas como la de Villa Mascardi, donde un grupo que no ocupaba históricamente un territorio comenzó a hacerlo para ver si entra en ese relevamiento. Como suele suceder en nuestro país, esa emergencia se hizo permanente y en torno a una ley que tenía un plazo se armó una estructura burocrática que hoy no tiene ningún interés en realizar el relevamiento. Hay mucha gente prendida de la teta del Estado y poca acción.
RR: ¿Los vecinos tienen miedo a estos grupos radicalizados y violentos?
JM: Hay una mezcla de miedo y bronca, no sólo por la acción de estos grupos violentos, sino por la inacción de quienes tienen que poner orden. Cuando el Estado se pone manifiestamente a favor de los delincuentes, como es el caso, los problemas se multiplican.