REVISTA REPUBLICANA: ¿Cómo ve la situación social, particularmente en el norte de la Argentina, a partir de la crisis económica que estamos viviendo?
MIGUEL VÁZQUEZ: La situación es muy preocupante. Más allá del histórico reclamo de las provincias del NOA y NEA, de una especie de reparación histórica por todo lo que dieron y siguen dando estas provincias que las componen, hoy se advierte que la crisis que estamos viviendo cala muy hondo. La concentración de poder de los gobiernos de turno, salvo alguna excepción, vienen a consolidar la existencia de un Estado absolutamente paternalista, que a la vez profundiza la dependencia de casi todos los sectores de la sociedad con el Estado mismo. En el caso de mi provincia, Catamarca, el empleo público es el único que genera cierta expectativa para movilizar precariamente la economía (más del 55% de los puestos de trabajo dependen del Estado, provincial o municipal). La actividad privada se limita a ciertos sectores justamente relacionados con lo público, con una fuerte crisis en muchos rubros que hoy están en una situación desesperante, como los más castigados, que son la gastronomía, el comercio y el turismo. Entiendo que se perdió una enorme oportunidad de llevar adelante cambios muy profundos en la región, con el reconocimiento a estas regiones tan castigadas, que el anterior gobierno venía articulando a través del Plan Belgrano. Se advertía que había objetivos a cumplir: infraestructura y desarrollo productivo eran los ejes principales. Se apostaba a un gran cambio cultural, pero lamentablemente con este nuevo gobierno la hoja de ruta es otra: poner en valor nuevamente el clientelismo, el castigo al que piensa distinto, cooptar la Justicia y los medios de comunicación. Una pena
RR: ¿Cree que el apoyo inicial al gobierno nacional ha decrecido en este último tiempo y de ser así por qué piensa que sucede eso?
MVS: Una gran deuda de la gestión anterior indudablemente ha sido, más que en materia económica, en el día a día de los argentinos. Y lamentablemente hay experiencias que se repiten. Lamento mucho decir que el pueblo argentino vota mucho el presente sin mirar el futuro, pero lo peor es que lo hace sin mirar el pasado. Y ese apoyo inicial tiene mucho que ver con eso, creer que el nuevo gobierno les iba a solucionar ese “día a día”. Hoy, más allá de la crisis económica que se profundiza a pasos agigantados, muchos argentinos advierten no solamente que en lo económico se está mucho peor que hace meses (y casi sin esperanza de que se revierte por lo menos en el mediano plazo), sino que se agregan problemas históricos que se habían empezado a desterrar, como son la inseguridad, la corrupción y el nuevamente vamos por todo. Incide también que el argentino, en especial el de clase media, advierte que definitivamente el Presidente Fernández es un instrumento de ejercer el poder de Cristina Fernández de Kirchner. Quien gobierna es ella, y esto trae aparejado una profundización de la grieta. El “vamos por todo” recargado, genera y profundiza la idea de dos bandos muy enfrentados. Lo positivo es que la gente empezó a tener un protagonismo muy importante a través de sus reclamos. Era impensado que sectores muy heterogéneos de ciudadanos argentinos ganaran la calle como lo han hecho; se está empezando a marcar un camino. Tengo esperanza en ello, y que de una vez por todas la oposición, con convicción y no por conveniencias sectoriales, asuma el rol que debe asumir. Quiero ser optimista en ese sentido.
RR: Esta semana qué pasó se cumplieron 30 años del caso María Soledad. En ese momento una sociedad movilizada decidió enfrentarse a la impunidad. ¿Qué reflexión hace sobre el intento del ejecutivo nacional de reformar la justicia y cómo cree que impacta eso en la gente?
MVS: El caso María Soledad sigue marcando la historia del pueblo catamarqueño. Esa sociedad movilizada, de la que tengo el orgullo de haber sido parte, hoy llamativamente se encuentra reconocida por esas luchas. Reconocidas en especial por los jóvenes, por colectivos de luchas que hoy son ejemplares. Si bien en Catamarca, 30 años después gobiernan muchos de los mismos apellidos de por aquel entonces, hoy existe un pueblo que observa con otros ojos y empieza actuar. Y ello tiene que ver con lo que manifestaba anteriormente: la gente no se calla más. Este intento de reformar la Justicia para que, entre otras cosas, se pretenda lograr impunidad, va a ser un error que el actual gobierno pagará muy caro. Pasó con Vicentín, y estoy seguro que ese pueblo del que insisto, está marcando un camino, va a ser la muralla que no dejará que los irritantes objetivos se cumplan. Hoy hay un pueblo de pie. Si bien no es suficiente, sí es el principio de algo muy importante que se está gestando. Lo de Lázaro Báez es otro ejemplo.
RR: Cambiando de tema, ¿por qué cree que el PJ sigue gobernando Catamarca y el norte argentino luego de tantos años?
MVS: La gran parte de la deuda de la Argentina con el norte de nuestro país fue caldo de cultivo para que lo peor de la clase política gobierne impunemente. Los gobiernos peronistas siempre se caracterizaron por lo mismo: clientelismo, corrupción, construcción de falsos relatos, persecución, cooptación de los otros poderes. Un círculo vicioso que requiere definitivamente un gran cambio cultural. Lo mismo pasa en sectores muy poblados del Gran Buenos Aires. En la medida en que el resto de la Argentina apueste fuertemente a lograr cambios de fondo, sin votar solamente por el presente sino también por el futuro y aprendiendo del pasado, uno no deja de tener esperanzas. Solos, no creo que lo podamos lograr.
Miguel Ángel Vázquez Sastre. Abogado, Doctor en Derecho Municipal. Subsecretario de Asuntos Municipales de la Provincia de Catamarca 2008/2009. Diputado Provincial 2009/2013 y 2013/2017. Coordinador NOA Plan Belgrano 2017/2019