FABIANA TUÑEZ: «EL MINISTERIO DE LAS MUJERES TIENE QUE EJECUTAR POLÍTICAS Y NO SOLO HACER TRANSVERSAL EL ENFOQUE DE GÉNERO «

REVISTA REPUBLICANA: Tras tantos meses de cuarentena, la educación parece estar en una crisis sin precedentes. ¿Cómo cree que afecta esto al desarrollo de los niños y niñas en edad escolar?

FABIANA TUÑEZ: La magnitud de la crisis del COVID 19 no tiene precedentes y eso ya lo establece la UNESCO, teniendo en cuenta la tasa de deserción escolar en adolescentes y jóvenes en Argentina del año 2017-2018 estamos hablando de que ya había una tasa de deserción del 50% de los jóvenes en secundarios, principalmente de tercero al quinto año. En promedio, casi un 11% de los jóvenes repiten el año. Esta es una cuarentena que se ha alargado en forma terrible y no se tiene una política clara de vuelta a clases. Es una situación que es urgente atender, fundamentalmente porque hay un montón de chicos y chicas que quedaron fuera del circuito escolar, no solamente por falta de conectividad o falta de conexión o de elementos para conectarse, sino porque también se tiene que dar un contexto de contención familiar, lo cual eso en algunos sectores de nuestra población no se ha dado y la realidad es que lo único que iguala, lo único que puede generar igualdad en una sociedad, obviamente, es la educación. 

RR: ¿Siente que se han buscado alternativas suficientes desde el Estado Nacional para solucionar este problema? ¿Qué camino cree que debería seguirse?

FA: Creo que la propuesta que se está haciendo desde el Gobierno de la Ciudad de una vuelta progresiva empezando por aquellos niños y niñas que perdieron contacto con la educación, con la escuela y con el entorno educativo, realmente tiene que ser una prioridad e ir pensando en un corto plazo cómo paulatinamente incluir a los chicos y chicas de las escuelas secundarias, y también de los adultos que están en tecnicaturas. Creo que la función social de la escuela, la función social de la educación es fundamental justamente para construir una sociedad mucho más justa y mucho más igualitaria. Por eso, es preocupante como el 50% de los niños y niñas y que esas niñas que al estar encerradas en un ámbito, que sin salida sin posibilidad de pedir ayuda, estamos detectando que hay un porcentaje muy alto de abuso sexual infantil, maltrato infantil en el ámbito de la familia, con lo cual no solamente es el problema de la educación sino también que es el problema de la violencia y de la posibilidad de que muchos chicos y chicas no vuelvan a la escuela y creo que esto es fundamental y es prioritario para cualquier Estado que pretenda estar presente, un estado que se tiene que ocupar de la educación, de la salud, de la vivienda y de las cuestiones básicas: la educación es un capítulo indispensable de los derechos humanos.

RR: Cambiando de tema. El gobierno nacional, en su discurso, hace de la igualdad de género una prioridad. ¿En qué cree que se ha mejorado con este gobierno en esa materia? ¿Cómo analiza la gestión del Ministerio de las Mujeres, Género y Diversidad?

FA: En realidad, desde la creación del Ministerio de las Mujeres, Género y Diversidad, lo que se ha hecho es una continuidad de muchas de las políticas públicas que habíamos instrumentado desde el Instituto Nacional de las Mujeres de 2015 a 2019. Por ejemplo, con el lanzamiento del segundo plan para la erradicación de la violencia de género. Creo que lo que en principio el Ministerio de las Mujeres ha generado, además de nombrar a más de 60 funcionarios y funcionarias, es una diversidad de propuestas en políticas de género. Creo que uno de los puntos a remarcar y que preocupa, tiene que ver con que todos los Ministerios tienen que definir prioridades y obviamente la prioridad del tema de la violencia, que es fundamental porque estamos en un país donde incluso en tiempos de pandemia en los últimos 14 días fue asesinada una mujer cada 24 horas, entonces creo que en eso hay que profundizar el trabajo y hay que generar medidas de política pública teniendo en cuenta la realidad federal y no solamente la realidad de las grandes capitales, porque lo que vemos es que muchas veces son medidas que sirven para titular en los diarios pero que en la realidad está muy lejos de lo que le pasa a una mujer en Palpalá, en Ushuaia o en cualquier pueblo de cualquier provincia de nuestro país. No es lo mismo ser víctima de violencia de género en una ciudad capital que serlo en el interior del interior del interior, y en ese sentido creo que a esta política le falta mucho. Y un punto para finalizar tendría que ver con entender que ser Ministerio también implica ejecutar políticas públicas e intervenir en los casos de desigualdades y de vulnerabilidades de derechos, algo que sí se hacía desde el Instituto y que no se está haciendo desde el Ministerio. Por ejemplo, presentación de amparos ante diferentes situaciones de violencia institucional que se han dado contra las mujeres en el marco de la cuarentena y de la pandemia y esto no ha sido así cuando, en cambio, en la gestión que se llevó adelante desde el Instituto nacional de las mujeres lo hacíamos y lo hacíamos para todo el país. Así que creo que hay que entender que tener un Ministerio implica también ejecutar políticas públicas y no solo transversalizar el enfoque de género en toda la administración y creo que ese es un punto a destacar, porque durante muchos años del movimiento de mujeres pedimos justamente un Ministerio y era justamente por esto, para poder ejecutar políticas públicas. No veo, salvo en algunos puntos muy particulares, que haya políticas públicas que se estén ejecutando directamente desde el Ministerio.

RR: Estos días, el gobierno nacional anunció que el proyecto de Presupuesto para el año que viene es el primero en tener perspectiva de género. ¿Qué significa esto? ¿Cuál es su análisis sobre este anuncio del Gobierno?

FA: Con respecto al tema del presupuesto con perspectiva de género vemos con preocupación que una gran parte de ese presupuesto -que se supone con perspectiva de género- está destinado o está desagregado mejor dicho, en todo lo que tiene que ver con las con los planes sociales AUH, IFE y todas esas políticas que tienen que ver con lo social, obviamente, pero qué por ahí no son específicamente de género. Quiero destacar que fue en la gestión 2015-2019 donde se empezó a desarrollar toda esta mirada de cómo construir un presupuesto con perspectiva de género. De hecho, el presupuesto que habíamos dejado preparado antes de terminar la gestión tenía la perspectiva de género. Obviamente ese presupuesto nunca fue tratado por qué durante este año no se gobernó con presupuesto, pero la realidad es que sea que se había dado un paso fundamental y fue un paso fundamental porque fue construido en forma horizontal entre los funcionarios públicos de los diferentes ministerios, pero también con la participación activa de diferentes organizaciones de la sociedad civil, así como también de las provincias.

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