REVISTA REPUBLICANA: ¿Cómo vivió la polémica de estos días a partir de la nota que publicó en LN?
POLA OLOIXARAC: Muy bien, me encanta que el Gobierno argentino y sus medios afines viralicen mi artículo. El Ministro de Defensa rasgándose las vestiduras por mi escrito, el Presidente likeando que lo mío “no era periodismo”: fue muy hermoso. Siempre es lindo ver a los poderosos hacer el ridículo. Y amé que mientras todos hablaban de él y defendían su honor (supuestamente mancillado) a capa y espada, mi muso Cafiero se mantuviera estoico, dejando que otros hicieran el laburo de quejarse por él. La actitud de un sangre azul que quiere ser príncipe.
RR: ¿Porqué cree que despertó reacciones tan fuertes tanto desde sectores periodísticos como políticos?
PO: Porque cuando la prosa es buena, la gente se confunde. No saben para donde ir. Empiezan a preguntarse cosas para las que no tienen respuesta. ¿La autora estaba caliente con el jefe de gabinete y por eso escribió la nota? ¿Se lo quería levantar, y como no estaba a su alcance, lo menospreciaba? Es hermoso lo que pasó en los comentarios, la gente se armaba una telenovela a su medida. Cuando se da una respuesta masiva a un escrito, termina siendo un experimento de histeria social a cielo abierto. Y, por otro lado, creo que el peronismo perdió el sentido del humor y la gracia, y perdió la picardía porque perdió la conexión con la realidad. Al gobierno solo le importa el discurso porque está solo hecho de discurso y, en consecuencia, actúa como la Liga de Amas de Casa horrorizadas, reclamando pleitesía a su investidura. Para no quedar bailando solo, cierto periodismo siente que tiene que emular esa actitud de espanto, para no desentonar. Ahora que lo pienso, fue como un musical.
RR: Cambiando un poco de tema. Usted apoyó al gobierno anterior, sin embargo, una gran parte del sector cultural ha sido muy crítico del gobierno de Mauricio Macri. ¿Sintió alguna vez que sus posturas podían generar un prejuicio de parte de estos sectores culturales hacia su trabajo?
PO: Yo firmé en 2015 una solicitada a favor de la postulación de Macri, luego no volví a firmar otros documentos. No me gusta la idea de Presidente Miau y su entorno de que la cultura es una montaña donde hay un montón de lapiceras y gente con ganas de firmas solicitadas. El gobierno de Macri no tuvo una política interesante en cultura: tenían la idea, heredada del kirchnerismo, de que la cultura “es de ellos”. Una postura muy sesgada e ignorante, sobre la que escribí en mis columnas de Perfil. Y por supuesto, los artistas del régimen te perciben como un enemigo por haber firmado eso, pero por suerte no todos los escritores y artistas argentinos son tan idiotas.
RR: Usted es una artista e intelectual, joven, a favor de la legalización del aborto, pero a la vez crítica del kirchnerismo. ¿Es una rareza eso en la Argentina de hoy? ¿Porqué cree que existe una idea de que ciertas banderas pertenecen exclusivamente al kirchnerismo?
PO: No es una rareza ser liberal en argentina, es la tradición argentina más antigua. Tiene menos publicidad, porque el mainstream actual es sobreactuar posiciones políticas de la supuesta mayoría. La gente funciona en rebaños y es normal que quiera estar en el que siente que es el más populoso; se sienten más protegidos así. Entonces no tiene que ver con el kirchnerismo, o con la izquierda autoritaria, si no con la promesa de que si estás con la mayoría (o con el más agresivo hacia los otros) recibirás menos bullying. El kirchnerismo se ocupa permanentemente de hacer bullying y renovar los perfiles de bullying: no se renuevan las ideas pero sí lo bullies, mirá Grabois por ejemplo. Pero si no te da miedo el bullying, podés hacer tu vida como persona libre y no los necesitás.
RR: Por último. ¿Qué piensa sobre la corrección política? ¿Cree que vamos hacia un mundo con mayores restricciones a la hora de expresarse o todo lo contrario?
PO: Creo que lo que pasó no tiene nada que ver con la corrección política. Creo que se trató de una reacción histérica a una herida narcisista del peronismo: tenés que comprar que el peronismo es un sex symbol, que el príncipe azul es Santi Cafiero, porque si rompés ese hechizo no hay donde esconderse. Y si el desengaño amoroso con el peronismo se llega a dar: que no se publique, que no se hable de eso. Creo que cada época tiene sus mordazas: pero eso sólo es una oportunidad para burlarlas. No me preocupa en absoluto la corrección política, jamás se me ocurriría ponerla en práctica. Si no escribís al límite, ¿para qué vas a escribir?
Una nota picante, desafiante, para la burocracia política de turno. Buena pluma. placentera
Una nota picante, desafiante, para la burocracia política de turno. Buena pluma, un placer leerla.
Ya había leído la nota de Pola en LN y había visto como compañeros periodistas del mismo diario, como kirchneristas de toda índole salieron en tropa a denostarla. La nota tiene un poco de ejercicio literario, mucho de incorrección política y bastante poco de “columna de opinión”. No es casualidad que Jorge Asís twitee la entrevista: juegan en canchas similares y veremos si Pola es tan genial como Don Jorge. En particular debo señalar: la nota en sí fue una bocanada de aire fresco, entre fracasados políticos y periodistas K que le echan la culpa de su infortunio a Macri y/o políticos y periodistas M que se sienten perseguidos por una “Gestapo K” que de existente sería grotesca. Párrafo final: lo de Cafierito es una victoria pírrica. Que una mujer tan bella e inteligente – en orden alfabético – como Pola lo considere lindo, de sangre azul pero inconsistente al final de cuentas no debiera ser tan desagradable. Saludos,