ÁLVARO DE LA MADRID: “CRISTINA ESTÁ LLEVANDO ADELANTE UNA DEMOLICIÓN INSTITUCIONAL”

REVISTA REPUBLICANA : ¿Qué evaluación hace, luego de un año, de la alianza gobernante “Frente de todos” y del vínculo entre el presidente y la vicepresidenta?

ÁLVARO DE LA MADRID: Cristina Fernández, se escondió detrás de Alberto Fernández y lo eligió porque perdía el balotaje en todas las instancias; más allá de que podía ganar en primera vuelta. Lo usó, pero no hubo en ello ningún renunciamiento histórico, ni un trabajo para la unidad, ni mucho menos priorizar lo que el país necesitaba. Así como dije en otras entrevistas en este mismo espacio, Cristina nunca lo perdonó a Alberto Fernández, y lo va a humillar y luego va a ir por él. Hoy, afortunadamente, todo el mundo habla de esta cuestión, pero a principio de año, cuando arrancó la pandemia, yo ya venía alertando que la principal enemiga del presidente era su vicepresidenta y que, a éste, le podía pasar lo mismo que a Carlos Sancho, Sergio Acevedo y Daniel Peralta; los tres gobernadores de la provincia de Santa Cruz que los Kirchner pusieron y destituyeron. Lo mismo sucedió con los 3 intendentes de la ciudad de Río Gallegos: Juan Carlos Villafañe, Raúl Cantín y -el primero de todos en el año 99- Héctor Aburto; intendentes y gobernadores puestos por el kirchnerismo, usados y descartados.

RR: ¿Siente que usted fue alertando sobre algunas cuestiones durante el año y que ahora se ven con más claridad?

ADL: Quedó muy claro todo lo que venía alertando cuando empezó el año, por ejemplo, que el gobierno iba a usar al coronavirus para ir hacia más autoritarismo y para ir por todo. También, que el presidente era el Juárez Célman de Cristina, ya que éste estaba vaciado de poder y que Cristina le hacía hacer y decir cualquier cosa.

Advertí que las sesiones virtuales eran una trampa. Aída Ayala y yo, fuimos los únicos que votamos en contra de esa modalidad. Nunca le creí al gobierno y vi la trampa de Cristina para silenciar y acallar al Congreso.     Por eso, no le hice el juego al gobierno que decía que los que se manifestaban era “mala gente” y que algunos de los opositores que participábamos de las marchas poníamos en peligro a la salud. No entré en la trampa del gobierno que quería desprestigiar a Juntos por el Cambio y a muchos de sus dirigentes, porque habíamos catalogado como de gravedad institucional el asesinato de Fabián Gutiérrez. Yo defendí desde el primer momento, la idea de que el asesinato tenía que ver con la corrupción de Cristina y era consecuencia directa de los bolsos de Cristina y no era un crimen pasional.

Nunca caí en la trampa del falso diálogo de Cristina, uno que buscó cuando vio que el dólar subía y estaba cerca de los $200 y necesitaba ayuda porque se asustó y vio que su plan podía naufragar. Ese plan siempre fue el mismo, uno de impunidad, similar al que armaron en Santa Cruz con una autocracia familiar- consanguínea- hereditaria, para consagrar a Máximo Kirchner. Siempre supe que ese diálogo era para ganar tiempo y nunca iba a ser sincero y que Cristina era el escorpión, pidiendo ayuda para cruzar el río. Esto quedó demostrado, porque al poco tiempo el gobierno, unilateralmente y de manera arbitraria, buscó suspender las PASO, para meternos en una trampa de un régimen electoral a medida para perjudicar a la oposición.

Como siempre dije: la que gobierna es Cristina, y Alberto Fernández es el pastor mentiroso. Alguien bueno para hacer los mandados, pero no para liderar. Éste es el problema que tenemos en la Argentina: a Cristina le fue bárbaro con su plan de esconderse atrás de Alberto Fernández, pero para el país es calamitoso.

RR: ¿Y cuál cree que será el escenario para el año que viene?

ADL: Así como no me equivoqué anteriormente, les advierto que, en el 2021, lo que viene, es el plan de Cristina para llevar adelante la demolición institucional. Cristina necesita demoler las instituciones para llevar adelante su plan y se ha dado cuenta- así es lo ha hecho notar en La Plata- que el presidente no ha estado a la altura de sus urgencias. Además, se ha dado cuenta de que el presidente no tiene el volumen político para hacer lo que ella necesita y lo que ella quiere, y eso la desespera. Cristina ve, que se le acaba el tiempo y que las que las causas avanzan. Sabe que, si no concreta la reforma de la justicia y se convierte en la justicia, si no pone un procurador a su antojo, si no hace las reformas electorales para entronizarse y las reformas constitucionales para terminar con la disputabilidad del poder en Argentina para que la democracia sea algo solamente aparente, su destino es la cárcel o el exilio.

Queda clara hoy la irresponsabilidad Alberto Fernández- fruto de su ambición- de pactar con Cristina para ser un presidente testimonial. Es una irresponsabilidad, porque sabía que no iba a poder gobernar y eso nos está contando muy caro a los argentinos.  Es muy caro a la de confianza del mundo y a la incertidumbre, se ve en las empresas que se han ido porque nadie quiere venir a invertir a la Argentina y porque no hay plan económico. Hoy tenemos un desastre sanitario, al cual, se le sumó la destrucción de la economía. Vamos a tener un 2021 con cifras espeluznantes y el gobierno está haciendo fuerza para ocultarlo, para que no se hable de eso. Es decir, un 2021 con mayor desempleo, mayor pobreza, mayor indigencia, mayor desocupación y empresas que cierran; y, sobre todo, con una afectación emocional psíquica tremenda de los de los argentinos.

El presidente ya dejó de ser un tipo canchero que se lucía explicando las filminas. Todo ello ha quedado atrás porque, cínicamente, a lo largo de todo el año no ha podido mantener ninguna posición; ni siquiera disimular el control político de Cristina. Entonces, dice algo y después lo cambia. El gobierno cumple un año sin plan y sin otro rumbo que el de Cristina y; la única empresa que ha hecho funcionar en este año, es Ciccone.

RR: El kirchnerismo tiene la tradición de redoblar sus apuestas. ¿Cree que Cristina Kirchner dará pasos en ese sentido?

ADL: Cristina necesita llevar adelante una demolición institucional, lisa y llana. Por eso, es que vengo alertando sobre el “copamiento” de los espacios que definen al régimen y las leyes electorales. Son todas viejas ideas y por eso han puesto a Bejas, en la Cámara Nacional Electoral, un apoderado militante del peronismo más rancio y que está allí para avalar todas las tropelías electorales; al igual que Ramos Padilla en La Plata.

Le sacaron el lugar Alejandra Lázaro en la Cámara Nacional Electoral, que había ganado el concurso y le correspondía el cargo y que, además, iba a ser la primera mujer en la historia en ocupar un lugar en la Cámara. Allí no hubo cuestión de género e inclusión y ninguna otra cuestión válida, porque en el momento de defender la corrupción, a Cristina eso no le importa. En la Cámara siguen siendo todos hombres, porque ese es el plan de Cristina. La suspensión de las PASO es el primer mecanismo para ir a esa demolición institucional y, después, viene la reforma de la Constitución. Nosotros lo tenemos que impedir y tenemos que estar unidos en Juntos por el Cambio.

RR: ¿Cómo ve el rol de Juntos por el Cambio para lo que viene? ¿Hay que ampliar las bases? ¿Cómo ve esa diferenciación entre ala dialoguista y ala más dura?

ADL: La fortaleza de Juntos por el Cambio y la unidad tiene que ser en pos de un objetivo claro y que es salvar al país.

No hay ninguna ampliación buena, si Juntos por el Cambio se abre a los arrepentidos de Cristina, que quisieron ser parte de este gobierno y no pudieron integrarlo, simplemente porque Cristina no lo quiso.

No hay ninguna ampliación de Juntos por el cambio que sea buena, si es con dirigentes que ven igual a Macri y a Cristina; esto quiere decir que ven igual lo que se hizo en los últimos cuatro años, con lo que ha hecho el kirchnerismo y lo ponen en pie de igualdad.

Como dije antes, el gobierno no quiere dialogar. Terminemos con el cuento del diálogo con una Cristina que no reconoce pares. En democracia, se dialoga entre partidos políticos y entre actores democráticos en igualdad. ¿Cómo va a dialogar Cristina, sí fiel a su estilo, sigue con su diplomacia encapuchada y haciendo negocios con el malandro de Miraflores Maduro y sin condenar las violaciones a los derechos humanos en Venezuela? Como he dicho muchas veces, no es ideología lo que los une al régimen totalitario venezolano, son los negocios compartidos de la corrupción.

Es evidente que este año tenemos que discutir fuertemente y ser efectivos en frenar el “vamos por todo” de una persona que está acorralada y, por eso, toma de rehén al Congreso y a la Justicia.

Juntos por el cambio debe crecer, debe dar una propuesta clara de salida de la gran crisis en que se encuentra el país. Un plan de desarrollo, que se ocupe de los olvidados, de la clase media, de los que quieren producir.En ese sentido, por estos días, he planteado una reforma sindical y presenté un proyecto de ley de modernización, democratización y transparencia sindical; para terminar con los sindicalistas que son reyes eternos.

En la Argentina es más difícil ser presidente de una asociación sindical o estar a cargo de un sindicato, que ser presidente de la Nación. Hay sindicalistas que llevan 40 o 50 años. Esto no puede ser así. Tienen que presentar la declaración jurada, los mandatos deben ser de 3 años y que haya una sola reelección y sin que puedan competir sus familiares. Esa es la reforma que la Argentina necesita. Es una reforma de futuro para poder producir, trabajar y para para poder circular. No puede ser que los sindicalistas decidan si se puede volar, si se puede trabajar, si se puede estudiar y esto, se tiene que terminar. La Argentina es el único país del mundo en donde pasa. Tenemos sindicalistas que tienen Ferraris pero no tienen vergüenza, y esa es la verdadera reforma que necesita el país y no la reforma judicial de Cristina; que la financian con el impuesto a la riqueza y que lo único que quieren es terminar -como lo vengo diciendo y lo voy a seguir sosteniendo para que quede claro -con la disputabilidad del poder en la Argentina.

El año que viene es electoral. ¿Cómo cree que influirá esto en las decisiones del gobierno?

ADL: El año que viene va a ser un año durísimo la Argentina. A esta situación dramática de la pandemia, se le suma la cuestión electoral y el gobierno va a hacer esfuerzos inusitados para llenar de parches a la economía y para atar todo con alambre. Para dar aumentos no remunerativos, para congelar tarifas a como dé lugar y para generar un montón de maniobras que son de muy corto plazo. Por supuesto, que eso no va a salir carísimo y nos va a alejar aun más de resolver los problemas; por el contrario, los va a aumentar. El gobierno lo único que va a querer, es no perder las elecciones legislativas ya que son muy importantes y decisivas para la Argentina.

Lo que Cristina propone, no tiene cabida en un sistema democrático ya que es delictivo. El Estado democrático no puede ser un estado delincuente, no puede propiciar solamente leyes de impunidad y mecanismos de impunidad; y es por eso, que son determinantes las legislativas de este año que comienza.

MI advertencia ha sido clara: Cristina se ha dado cuenta, no sólo de que el presidente no ha hecho todo lo que ella quería, sino que no tiene espalda política, que no tiene la fortaleza y el peso político, para hacerlo.

Seguramente, le van a dar un lugar de preponderancia a Máximo- que es a quien está preparando Cristina para el 23- pero el peligro más concreto para los argentinos es que Cristina se dio cuenta que para llevar a cabo su plan, puede llegar a ser necesario que Alberto Fernández tenga que dejar de ser presidente. Esto, hoy lo repiten muchos actores, pero Revista Republicana sabe que yo le planteé desde el comienzo y se puede ver en la crónica periodista.

En el parlamento, Juntos por el cambio, tiene que ser el arma que le ponga freno ese “vamos por todo” y que encauce primero la cuestión política institucional, para que no perdamos la democracia. Y para que, desde allí, podamos obtener la recuperación social y económica qué el país va a necesitar. Esa es la tarea y es una inmensa; y que requiere de valentía, que requiere de coraje, que requiere estar firmes frente a las operaciones del gobierno y las amenazas. Hacerles frente a los ataques de los medios afines, a los matones de la palabra que defienden al gobierno. Pero es la tarea que tenemos en este momento desde la política.

Por último, les deseo a los argentinos que pasen la mejor fiesta que puedan y que sepan que en mi tienen una persona que está clara con respecto a lo que hay que hacer y con lo que el país necesita. El año que viene tiene que ser el año en el que sepultemos todos estos intentos irracionales y todo este barbarismo político que lleva adelante Cristina; para que podamos salir de esta locura en la que estamos inmersos los argentinos.

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