REVISTA REPUBLICANA: Usted encabeza la lista de candidatos a concejales en un territorio históricamente esquivo para JXC. Cuando recorre la ciudad y habla con los vecinos. ¿Nota algún cambio desde el 2019? ¿Cambió el humor social?
JULIÁN AMENDOLAGGINE: Hubo mucha gente que fue engañada por este Gobierno. Cuando decían “vamos a volver al asado”, estaban jugando con todos los argentinos.
Hoy vemos que los precios están por las nubes, el consumo de carne bajó, y son muchísimos los que no pueden satisfacer sus necesidades. Tenemos a la mitad de la Argentina bajo la línea de pobreza, 7 de cada 10 chicos en la Provincia de Buenos Aires, son pobres.
Al desastre económico se le sumó una cuarentena sumamente estricta decretada por el Presidente. Esto puso en juego no solo a las fuentes de trabajo, sino también a la educación de los chicos. Hoy sabemos que mientras todo eso pasaba, las y los funcionarios, la Primera Dama, el Presidente, estaban de fiesta como si no los alcanzara el peso de la Ley. Esto nos genera a todos mucha bronca.
Lo importante es poder trasformar esa indignación en esperanza. Queremos que nuestro espacio no solo en Berazategui, sino que también en la provincia y el país, pueda hacer una gran elección para frenar el avance de una agenda Kirchnerista que no piensa en los argentinos.
RR: ¿Porqué cree que la gente allí apoya a Mussi desde hace tanto años ?
JA: Muchos años en el poder hacen que la gente tome cierto reconocimiento. Y también hay que reconocer que Berazategui se ha desarrollado a lo largo de todos estos años. Sin embargo, este crecimiento, que se dio por el esfuerzo de todos, se estancó. Y en Berazategui todavía tenemos problemas evidentes de infraestructura, cloacas, asfalto, agua, seguridad, desarrollo de la economía local. En cada charla con los vecinos aparecen estas quejas.
Atornillarse en el poder por más de 30 años nunca puede ser bueno. Berazategui tiene mucho por crecer todavía, y lo que más esperanza me da es que se pueda hacerlo de la mano de muchos vecinos que tienen ganas de mejorar Berazategui.
RR: ¿Cuáles son los problemas principales en Berazategui hoy?
JA: Hay una problemática que aparece en todo el conurbano: la seguridad.
Durante el Gobierno de María Eugenia, se hizo una verdadera inversión en tecnologías, se capacitó a los efectivos de la bonaerense y había un interés real por desterrar a los narcos de los barrios. Se han separado oficiales de sus cargos por no hacer las cosas bien, por estar vinculados con bandas narco. Hoy es todo al revés, sueltan presos, con Kicillof todos esos policías que tenían prontuarios fueron tomados nuevamente. Volvimos a la vieja práctica de utilizar el mismo patrullero para inaugurarlo en distintos municipios.
Además de eso, desde el Municipio también tiran la pelota afuera de la chancha. El centro de monitoreo que tiene Berazategui hoy en día no alcanza por la densidad del distrito. Necesitamos un comando de seguridad y emergencia como, por ejemplo, el que se realizó en Quilmes durante la gestión de Martiniano Molina, comprando cámaras de seguridad y renovando las pocas que hay en funcionamiento, trabajando para organizar una patrulla urbana de rápida respuesta. Son cosas que sucedieron en otros lugares, pero que por alguna razón en el municipio de Berazategui no están. Me indigna que le resten importancia.
Por supuesto que también hay necesidades muy básicas que no estamos satisfaciendo con lo que nos brinda el Municipio. Si bien sabemos que se está haciendo obras para mejorar el servicio del agua, hoy no lo vemos. Hace falta aclararle a los vecinos cuándo se va a resolver este tema, porque en el mientras tanto, hay muchos berazateguenses que toman agua con sarro, que no sale totalmente limpia de las canillas o que tienen mucho cloro.
RR: ¿Cómo impactó la cuarentena en ciudad?
JA: Lamentablemente hubo muchos comercios y pymes que no pudieron sobrevivir a las medidas impuestas por el Gobierno Nacional. Otros, con mucho esfuerzo, pudieron sostenerse pero el bajo consumo que hay y las pocas medidas para alivianar los gastos los están llevando a la ruina. La gente respetó hasta que se vieron obligados a salir para poder seguir llevando el plato de comida a la casa.
Ni hablar de todos aquellos que trabajaban en la calle como vendedores ambulantes o ferias, la cuarentena los destrozó.
Durante esta etapa, creció el delito en nuestra ciudad, que hoy es un espejo de todo el Conurbano.
RR: ¿Qué cree que puede aportar para cambiar Berazategui ?
JA: En primer lugar, somos un espacio que escucha a los vecinos, por lo tanto, el mero hecho de poder alzar la voz por ellos dentro del Concejo Deliberante, ya es un cambio. Lo de la alcaidía es un ejemplo de ello. Necesitamos que haya una oposición fuerte no solo en el Concejo sino que también en la Legislatura provincial y en el Congreso nacional para terminar con el atropello kirchnerista.
Trabajar impulsando proyectos para mejorar la seguridad de Berazategui es mi mayor compromiso, muchos municipios liderados por nuestro espacio invirtieron en herramientas que ayudan a prevenir la seguridad y eso ayudó a que los vecinos vivan mucho más seguros.
El agua es otro tema que queremos abordar y estar en el Concejo, nos va a permitir exigir y monitorear los avances de las obras.
Por último, queremos cooperar para que Berazategui sea tierra de trabajo, tenemos pensadas medidas que pueden ayudar a los comerciantes, a las pymes, emprendedores y las empresas, a salir adelante.