UN CAMINO DE SALIDA PARA ARGENTINA

Por Álvaro de Lamadrid

”Se me pregunta: ¿cuál es nuestro objetivo? Puedo contestar con una palabra: es la victoria. La victoria a toda costa, la victoria a pesar de todos los terrores, la victoria, por largo y duro que pueda ser el camino, porque sin victoria no hay supervivencia.”

Todos conocemos el discurso que alguna vez pronunciara Winston Churchill a pocos días de asumir como Primer Ministro, ante un Parlamento aún escéptico y frente el más grande desafío de la historia británica y mundial.

En ese entonces, nada era cierto, solo la amenaza – sobre la que Churchill advertía – de la sombra lúgubre del nazismo que se expandía por el mundo. Con su sangre, esfuerzo, sudor y lágrimas, el héroe inglés prometía mucho trabajo y una convicción: victoria a toda costa.

La historia es conocida. La resistencia, la batalla y el triunfo. Pero cuán diferente hubiera sido la historia sin esa profunda convicción. Sin la certeza sobre lo que estaba en juego, sin la disposición hacia el esfuerzo y sin el optimismo de una Nación. Cuánto remiten estas palabras a los que sucede hoy en el mundo, con Putin  encarnando una amenaza que nuevamente golpea las puertas del mundo.

Una de las frases que abracé durante mi vida, quizás por mi inclinación hacia el estudio de la historia, fue escrita por del Valle-Inclán y reza: “quien sabe del pasado, sabe del porvenir”. Soy un convencido de que el pasado nos entrega lecciones invaluables. Los grandes líderes y la fuerza de los pueblos dejaron testimonio a través del tiempo.

Por eso, aún sabiendo que a los argentinos tenemos por delante un 2022 muy duro y en el que podemos esperar las mayores tropelías del kirchnerismo, me animo a alzar la voz con una convicción: Argentina sale!

¿Y por qué digo esto?

Porque no pueden esconderse más en el miedo a la pandemia, ni usarlo como coartada ni excusa para disimular sus planes de demolición institucional.
Será un año de zozobra, angustias y plagado de intranquilidad. Pero debemos  transitarlo con serena firmeza, coraje y un rumbo de salida para el país.

Los ciudadanos cada vez tienen más claro que el camino liderado por la Vicepresidente es de destrucción de la inversión, corrupción, violencia, anuencia con el narcotráfico y violación de derechos y libertades.
Los ciudadanos siempre han estado al frente ante los avances de este gobierno sobre sus vidas. Así sucedió con los cierres de escuelas y ante cada denuncia sobre violaciones de derechos en cada rincón del país.

Están dando una batalla por la verdad y allí se juega el corazón de la República. Saben que la verdad no puede quedar velada y comprenden el daño que la mentira le ha producido a nuestra Nación: ¿No es acaso esto una buena noticia en el medio de tanta oscuridad?

La verdad por la que vale la pena pelear es una: el futuro brillante de la Argentina es sin el kirchnerismo en el poder. Lo cierto es que o hay Cristina o hay Argentina, no hay espacio para posturas medias. No es posible un acuerdo de paz con quienes están pensando en invadir Polonia o, en términos más actuales, con quienes apañan una invasión sangrienta a Ucrania. Los ciudadanos ya lo saben, quizás falte aún que una parte de la oposición lo comprenda.

De todas maneras, hay razones para ser optimistas. Porque hemos comprendido claramente que la libertad individual no puede existir sin seguridad e independencia económica. Las dictaduras están edificadas sobre el hambre de sus pueblos. Así sucedió en Venezuela y cada lugar en que se erigió la locura y la inmoralidad como modelo.

No vivimos una época de cambios sino un cambio de época. Hoy sabemos que hay que democratizar la política y modernizar nuestra democracia. No se trata tan solo de ganar una elección sino de cambiar para siempre la Argentina. Por eso, es fundamental y a horas del inicio de sesiones parlamentarias, que pidamos con fuerza que este año en el Congreso se aprueben tres reformas: boleta única papel, ficha limpia y la reforma sindical, esta última, que vengo impulsando a partir del proyecto de ley de modernización, democratización y transparencia sindical que presenté el año pasado. Por eso unimos fuerzas junto a Gastón Marra (Ficha Limpia) y Gustavo Lema (Red Ser Fiscal) para impulsar esto. Allí tenemos por donde empezar a dejar en claro que hay una salida. Allí hay un norte. Allí tenemos nuestras defensas y nuestra resistencia. Nuestros primeros pasos para salvar a la República.

Vamos a tener que pelear como lo vinimos haciendo durante estos últimos dos años ante cada atropello, pero lo vamos a hacer con una convicción: Argentina sale.

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