LA APROPIACIÓN CULTURAL

Ayer se conmemoraron 46 años del golpe de 1976, una fecha con una connotación dolorosa para muchos argentinos. Pero lo que pasó ayer estuvo mal en muchos sentidos. 

El kirchnerismo ya nos tiene acostumbrados a corromper la historia, a tergiversar los hechos y a teñirlos de una mística que solo refiere a él mismo. Sin embargo, ayer se dio un paso más y que tuvo que ver con utilizar una fecha cara para la democracia para mostrarle los dientes a un gobierno constitucional y, encima, del que forma parte. Del que es accionista mayoritario. 

La apropiación cultural nunca termina bien, porque se lleva al extremo una postura y en muchos casos contradiciendo el origen de lo que se defendía en primer lugar. No solo se vio en el gesto del kirchnerismo hacia Alberto Fernández, sino también en propuestas que surgieron de penar a quienes pusieran en duda la cifra de 30 mil desaparecidos, más allá de que no hay pruebas de que esa fuere una cifra real. El día terminó con una frase de Máximo Kirchner asegurando que los porteños elegían representantes negacionistas. ¿Hay acaso algo más contradictorio con la fecha que se conmemoró que todo esto?

La buena noticia es que el kirchnerismo ideológicamente se vio reducido a eso que vimos ayer: un grupo de fanáticos que cada día encuentra más resistencia en su relato por parte de la gente. No faltaron quienes por las redes dieron pelea a esa apropiación que durante décadas se hizo de los hechos. El peronismo aceptó la autoamnistía de los militares y se negó a integrar la Conadep. Luego indultó a los dictadores. El kirchnerismo supo comprar voluntades durante mucho tiempo para imponer su relato, pero ese relato naufraga como un bote al que cada vez le entra más agua. 

El relato kirchnerista se desvanece por el avance de la libertad de expresión que trajeron las redes. Esto es imposible de frenar. Aunque algunos denosten a esa población comprometida y la tilden de “trolls del macrismo”. Lo cierto es que hay una sociedad activa que ha decido dar la batalla contra la apropiación cultural. 

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