Por Nicolás Roibás.
En el día de ayer, Juntos por el Cambio, presentó un pedido de Juicio Político al Presidente de la Nación, Alberto Fernández.
Todo el interbloque de la coalición opositora firmó el pedido, a excepción de Facundo Manes, diputado radical que ingresó a la política en la elección de 2021 de la mano de la UCR bonaerense. Esta actitud despertó el enojo de quienes apoyan a la coalición en la redes sociales y de algunos políticos.
Ese día temprano, cuando empezó a correr la noticia del pedido de Juicio Politico, se me ocurrió pensar cuáles serían las excusas o fundamentos, en caso de que algún dirigente opositor decidiera no acompañar la iniciativa. Porque, a mi criterio, cualquier fundamento para una decisión en ese sentido muestra debilidades. Veamos:
Algunos sostienen que es imprescindible para el orden democrático del país que el Presidente cumpla con su mandato de cuatro años tal como manda la Constitución Nacional. Esto encuentra su origen en el trauma que venimos arrastrando como sociedad a partir de la salida abrupta de administraciones antes de tiempo, en particular los casos de Alfonsín y De la Rúa. Pero lo cierto, es que allí hay una trampa que se torna institucionalmente peligrosa, porque desde la política no se puede validar cualquier acto presidencial con el argumento de que el fin último de la democracia es que se terminen los mandatos. Eso no es lo que manda la Constitución ni el espíritu de ella. No es saludable para un país que la oposición tome decisiones a partir de una actitud culposa cuando las instituciones están en riesgo. Validar cualquier acto por el solo hecho de que sea presidencial es, en sí mismo, un acto anti constitucional.
Tampoco es saludable tomar este tipo de decisiones desde la especulación política. Algunos creen que no hay que darle lugar a la victimización del partido gobernante y temen ser culpados por poner “palos en la rueda” a la gestión. Este pensamiento, aparte de ser temeroso, esconde una mirada paternalista de la sociedad, como si acaso la sociedad no tuviera capacidad de reflexionar cuando un gobierno es malo. Esa mirada paternalista le ha hecho mucho daño a la forma de entender la política y explica en parte lo que hoy vivimos.
Tampoco sirve como fundamento la idea de poner por arriba la estrategia política y esgrimir que las internas partidarias y la competencia llegaría a ordenarse mejor si hay más tiempo por delante. Esta, creo yo, es la peor excusa. Porque la sociedad vive el día a día, y ve cómo la vida se le pasa. En un año las personas pierden el trabajo, cierran sus comercios, despiden a sus hijos que emigran en búsqueda de otro futuro. La gente no puede regalarle un año de sus vidas a la especulación política.
El que no acompaña el pedido de Juicio Político, entiende que el Presidente no incurrió en causales para eso, es simple el razonamiento. Es decir, la instancia del Juicio Político la establece la Constitución y es en el Congreso, no sirve patalear por twitter y no hacer nada. No sirve denunciar por twitter y no tener luego un correlato en el Congreso de la Nación. Quien tiene la responsabilidad de ser legislador y cree que el Presidente incurrió en causales para Juicio Político, por la gravedad, tiene la obligación, al menos moral, de impulsarlo. No es razonable que, si entre los deberes de funcionario público pesa la obligación de denunciar cualquier tipo de irregularidad de la que se tome conocimiento, en el caso de algo tan fundamental como son los actos de de un Presidente, se haga caso omiso.
El diputado Manes, basó su decisión de ayer en dos elementos: la falta de análisis, es decir, la premura con que se tomó la decisión; y no solo eso, sino que acusó a sus compañeros de interbloque de fomentar la grieta.
Con respecto a la falta de análisis y premura, recordemos que el Presidente de la Nación estuvo involucrado en muchas acciones que requerían un Juicio Político, de hecho, ya se han impulsado otros en los años anteriores. El manejo de la pandemia y de las vacunas. El incumplimiento del decreto en que se basó la cuarentena a partir del festejo del cumpleaños en Olivos. Las constantes intromisiones en decisiones judiciales. Y muchas otras. Más que premura, alguno podría decir que lo que hubo fue demasiada paciencia de la clase política.
Por otro lado, si el diputado considera que el Presidente de la Nación no incurrió hasta aquí en ninguna causal que amerite un pedido de Juicio Politico, bien podría evitar acusar a sus compañeros de interbloque. Su actitud daña seriamente y pone en duda la idoneidad de los diputados que componen Juntos por el Cambio; además, nos falta el respeto a quienes nos sentimos representados por ellos.
En una coalición puede haber diferencias de ideas, de propuestas, de visiones; lo que no puede haber es una diferencia con respecto a los valores.
Es importante acompañar el pedido de Juicio Politico ya que no es un acto para la foto. Es importante, porque deja en claro que, para quienes acompañaron ayer esa iniciativa, el Presidente de la Nación no está en condiciones de ejercer su cargo. Pero es aún más relevante, porque el pedido de Juicio Politico es una manifestación sobre qué país se quiere para el futuro. No importa si la oposición cuenta con los votos o no. En el acto del pedido se está afirmando que las instituciones están por encima de cualquier individuo, y esto no es negociable.