El tuit de Rodríguez Larreta contra Milei: ¿defensa necesaria o error estratégico?

LARRETA

El reciente enfrentamiento en redes sociales entre Horacio Rodríguez Larreta y Javier Milei dejó una pieza de comunicación política digna de análisis. En respuesta a insinuaciones sobre la supuesta compra de periodistas por parte de “un excandidato presidencial que sacó el 11% de los votos” (cifra que coincide con la de Larreta en la última elección), el exjefe de Gobierno porteño publicó un tuit que rápidamente se convirtió en el más relevante de su último año. Pero, ¿fue una jugada acertada o un error comunicacional?

El poder del ataque directo

El mensaje de Larreta arranca con una pregunta provocadora:

“¿Tanto te preocupa la criptoestafa, @JMilei?”

Desde el inicio, busca tomar el control del relato y posicionarse como alguien que expone la supuesta desesperación del presidente ante el escándalo de $LIBRA. Luego, cambia el tono a uno más coloquial y agresivo:

“Te lo digo en buen porteño: me hinchaste las pelotas.”

Esta frase es clave. Larreta, generalmente percibido como moderado, rompe con su estilo habitual y adopta un tono más confrontativo, apelando a la emocionalidad y al lenguaje directo para generar identificación con un público que, quizás, ve en la moderación un signo de debilidad. En términos de comunicación, es un cambio calculado: busca diferenciarse y captar la atención en un contexto donde la agresividad domina el debate político.

¿Por qué responder cuando no te nombran?

El punto más debatible de esta estrategia es la decisión de responder a una acusación en la que no se mencionó su nombre. Jonatan Viale había insinuado que ciertos periodistas habrían recibido pagos de un excandidato presidencial con el 11% de los votos, sin dar más detalles. Sin embargo, en redes sociales, el vínculo con Larreta fue inmediato, ya que fue el único en sacar esa cifra.

Aquí hay un dilema clásico de la comunicación política: cuando no te nombran directamente, responder puede ser visto como una confirmación implícita. En términos de la Estrategia de Inoculación (McGuire, 1961), responder de inmediato es una forma de contener un ataque antes de que se instale como verdad absoluta, pero también puede dar visibilidad a una acusación que aún no tenía pruebas contundentes.

Incluso puede compararse con la falacia de pregunta compleja: si a “¿seguís empujando ancianos?” se responde simplemente con “no”, se estaría confirmando que sí se hizo alguna vez.

Si Larreta no hubiese respondido, la versión sobre los “sobres”, podría haberse diluido con el tiempo. Sin embargo, su tuit no sólo validó la interpretación de que él era el destinatario de la acusación, sino que llevó la discusión a otra escala, aumentando la viralidad del tema, lo que en las últimas décadas se conoce como “Efecto Streisand”, fenómeno derivado de la famosa actriz y cantante en el que, por reaccionar ante un hecho con intenciones de encubrirlo o suprimirlo, sólo se logra exponerlo más, resultando una acción contraproducente.

La confrontación como estrategia

Más allá de traer a colación la situación de $Libra y las acusaciones contra Javier y Karina Milei; Larreta no sólo responde, sino que contraataca con dureza:

“Hace años que soporto tus insultos y tus mentiras.”
“Ahora me volvés a difamar. Quiero que se investigue a fondo. A diferencia tuya, no tengo nada que esconder.”

Aquí la estrategia es clara: reposicionarse como víctima de una persecución sistemática y llevar la discusión al plano judicial. Es un recurso de enmarcado (framing), donde transforma una acusación en una oportunidad para presentarse como alguien que exige transparencia y justicia.

Además, desafía directamente a Milei:

“Decímelo personalmente. Le voy a preguntar a tu jefa el precio de las audiencias con vos y voy a verte donde quieras.”

Este es un triple ataque. Por un lado, insinúa que la hermana del Presidente, Karina Milei, es su jefa, que lo controla; además indica que ésta efectivamente cobra a quienes quieran reunirse con el Presidente, rumor que circuló recientemente; y por último, intenta colocarse en un plano de igual a igual con el jefe de Estado, algo que no todos los actores políticos se atreven a hacer.

Finalmente, cierra con una amenaza contundente:

“Nos vemos en Tribunales.”

Este cierre es importante porque busca llevar la discusión a al terreno que indicamos antes: el judicial. No es sólo una respuesta mediática, sino una advertencia con posibles consecuencias legales.

¿Por qué el tuit fue exitoso?

A pesar de los riesgos de su estrategia, el tuit de Larreta logró tres cosas fundamentales:

  1. Generar repercusión masiva
    • Se convirtió en su publicación más viral en un año.
    • Atrajo cobertura mediática inmediata, desplazando otros temas de la agenda.
  2. Reforzar su imagen de opositor frontal a Milei
    • Hasta ahora, Larreta había sido atacado sin demasiada respuesta directa.
    • Con este mensaje, se muestra dispuesto a enfrentar a Milei sin filtros.
  3. Conectar con un público que rechaza la agresividad de Milei
    • Aunque adopta un tono combativo, lo hace desde la indignación, no desde la burla o el insulto gratuito.

¿Fue un acierto o un error?

Desde un punto de vista estratégico, la decisión de responder era arriesgada. Al hacerlo, amplificó una acusación que hasta ese momento era sólo una especulación en redes. Sin embargo, la forma en que lo hizo —con un tono desafiante, directo y con amenazas concretas—, logró transformar la narrativa y lo posicionó como un adversario que no está dispuesto a seguir tolerando los ataques de Milei sin responder.

En términos de comunicación, el tuit de Larreta funciona porque cumple con la lógica de las redes sociales: es breve, directo, emocional y confrontativo. Puede no haber sido la mejor decisión desde la prudencia política, pero sí fue efectiva desde la lógica de la viralidad: actualmente se acerca a las 3 millones de vistas, los números hablan.

Si el objetivo era generar impacto y cambiar la conversación, lo logró. Ahora la verdadera incógnita es si esta nueva actitud se sostendrá en el tiempo, o si fue sólo una reacción momentánea ante una acusación incómoda.

En comunicación política, lo importante no es sólo lo que se dice, sino cuándo, cómo y por qué se dice. Y en este caso, el ex Jefe de Gobierno de la Ciudad, demostró que, cuando se elige el momento adecuado, un simple tuit puede marcar la diferencia.

Sobre los autores.

Gonzalo Acosta

Gonzalo, co fundador de Republicana, es publicista y consultor político desde hace 20 años, con participación en mas de 15 campañas electorales provinciales y locales, y participó en las últimas elecciones del Club Boca Juniors, realizando audiovisuales para la fórmula Ibarra – Macri. Dirige la agencia creativa MasIdeas.com.ar, especializada en branding

Augusto Grinner

Augusto, co fundador de Republicana, es periodista y analista político. Fue el primero que asesoró en su comunicación al Presidente Javier Milei. Además, Augusto, conocido en redes como Depe, gestiona su canal de Youtube con más de 200k de suscriptores, y participa del canal Ey! como analista político y periodista

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