Error, provocación o distracción: la interrupción de Santiago Caputo para cortar la entrevista de Javier Milei

SANTIAGO CAPUTO

El episodio en el que Santiago Caputo interrumpió la entrevista de Javier Milei con Jonatan Viale desató un debate que va más allá de la anécdota. No se trató de una entrevista en vivo, sino de un material grabado, lo que convierte en un “misterio” el hecho de que ese segmento haya llegado al público sin ser editado. ¿Fue un descuido real?, ¿o una jugada premeditada? ¿Se trató de un error, una provocación o una distracción en medio del escándalo de la criptomoneda $LIBRA?

Un corte en cámara, un escándalo en escena

La secuencia es clave: Milei bromea con Viale sobre si sus asesores le escribieron las preguntas y menciona a Caputo como el peor de todos. Segundos después, Caputo irrumpe en escena, cruza la toma y le susurra algo al oído al presidente.

Esto sucedió justo cuando Viale le señalaba al Presidente que los tuits sobre $Libra fueron hechos desde su cuenta oficial, y a pesar de tener el tilde gris que señala que se trata de una cuenta gubernamental, Milei indicó que era una cuenta personal porque la bio dice “economista”, como si figuras como Elon Musk o Donald Trump ya hubieran levantado internacionalmente su figura cuando aún no era presidente.

La de Caputo no fue una intervención menor: lo hizo delante de cámaras, interrumpiendo el flujo de la conversación y dejando expuesto a Milei, pero sobre todo, al periodista, que quedó reducido a un espectador de su propia entrevista. Viale se limitó a responder que entendía que la pregunta podía comprometer al Presidente judicialmente, ya que claro, hacer uso de una cuenta gubernamental para promocionar un emprendimiento privado es contrario a la Ley de Ética Pública. Es decir: el asesor presidencial interrumpió la entrevista porque la pregunta de Viale complicaba judicialmente a Milei.

La reacción posterior del gobierno fue predecible: minimizar el incidente, argumentar que fue “un exceso de cuidado” y desviar la atención de lo verdaderamente relevante. Pero el hecho de que ese momento haya sido filtrado y difundido en el canal de YouTube de TN abre una pregunta inevitable: si era un error, ¿por qué nadie lo editó?

Tres hipótesis en clave estratégica

Si partimos de la premisa de que en política pocas cosas son casuales, el análisis se puede dividir en tres hipótesis principales:

1. Un error de comunicación (pero con impacto real)

La versión oficial sostiene que Caputo cometió un exceso de celo y que su interrupción no estaba planeada. Sin embargo, la gravedad del “error” es notable: el asesor no solo intervino en plena grabación, sino que lo hizo de un modo tan abrupto que dejó al presidente en una posición incómoda y a Viale como un periodista subordinado al oficialismo. Si realmente fue un error, resultó costoso.

2. Una provocación deliberada

Otra posibilidad es que el episodio haya sido una jugada premeditada para instalar un mensaje: Caputo es la figura que realmente maneja la comunicación presidencial y no teme corregir al propio presidente en público. Este acto de “demostración de poder” podría haber sido un mensaje hacia dentro del gobierno y hacia ciertos sectores mediáticos. Al mismo tiempo, deja a Milei en un papel más pasivo, reforzando la idea de que su círculo cercano tiene una injerencia directa en lo que puede o no decir. Y de hecho, el Presidente no impidió que esto sucediera, ni reprendió a su subordinado.

3. Una distracción perfecta

El contexto no es menor: el escándalo de $LIBRA amenaza con salpicar al gobierno, y la conversación sobre la responsabilidad de Milei en la promoción de la criptomoneda había comenzado a escalar. ¿Qué mejor manera de desviar la atención que con un incidente llamativo, que genera ruido mediático, pero no implica costos políticos reales? Si el foco de la discusión pasa a ser la intervención de Caputo y la filtración del video, se logra un desplazamiento de la agenda informativa.

Lecciones desde la comunicación política

Si analizamos el episodio desde la teoría de la comunicación, lo que ocurrió en la entrevista con Viale rompe con una de las premisas básicas de la puesta en escena política: el control del mensaje. Una entrevista grabada está diseñada para evitar estos inconvenientes, por lo que la inclusión del momento de la interrupción sólo tiene sentido si responde a una estrategia.

¿Un precedente histórico?

Los episodios de intervención de asesores en entrevistas no son nuevos, pero lo que hace particular este caso es que el video se haya filtrado sin edición. En otros contextos, los gobiernos han utilizado este tipo de momentos para reforzar narrativas de autenticidad, pero aquí el efecto es el contrario: expone debilidades.

Conclusión

En un mundo donde lo que se ve y se comenta tiene más peso que la realidad de los hechos, la pregunta clave es: ¿a quién le conviene que estemos discutiendo esto en lugar del escándalo de $LIBRA?

Si fue un error tan grosero, ¿por qué el Ejecutivo no llevó a cabo ninguna acción contra el asesor presidencial? ¿Caputo cometió un error o cumplió un rol estratégico? ¿Fue una provocación interna o una distracción externa?

El tiempo dirá si la jugada tuvo el efecto deseado. Lo único cierto es que, una vez más, el foco de la discusión se corrió del eje principal. Y en política, eso rara vez es accidental.

Sobre los autores.

Gonzalo Acosta

Gonzalo, co fundador de Republicana, es publicista y consultor político desde hace 20 años, con participación en mas de 15 campañas electorales provinciales y locales, y participó en las últimas elecciones del Club Boca Juniors, realizando audiovisuales para la fórmula Ibarra – Macri. Dirige la agencia creativa MasIdeas.com.ar, especializada en branding

Augusto Grinner

Augusto, co fundador de Republicana, es periodista y analista político. Fue el primero que asesoró en su comunicación al Presidente Javier Milei. Además, Augusto, conocido en redes como Depe, gestiona su canal de Youtube con más de 200k de suscriptores, y participa del canal Ey! como analista político y periodista

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